La Dra. Lurati ha tenido más de un fallo polémico. Recordando alguno de ellos podemos mencionar el fallo de la causa del cadete Orgaz.
Los jueces Gustavo Salvador, Carina Lurati y Bibiana Alonso confirmaron la condena a 9 años de prisión y 10 de inhabilitación para manejar a Juan Carlos Schmitt, es el mecánico que el 31 de marzo de 2016 atropelló a alta velocidad y mató al cadete Damián Orgaz, que circulaba en una moto por barrio Belgrano.
El fallo no fue unánime, ya que la camarista Carina Lurati votó en disidencia al considerar que el delito que corresponde es homicidio culposo.
Otro fallo que dio mucha tela para cortar, fue el caso de los bebés de Liliana Montenegro.
La doctora Carina Lurati decidió dejar en libertad a los cuatro imputados.
Sobre la decisión de Lurati, una de las fiscales del caso de los bebés desaparecidos fue más allá y explicó: “Pedimos el derecho a réplica y no nos fue otorgado. La jueza dictaminó de esta manera y vamos a interponer un recurso sobre este punto. No fue un planteo hecho por la fiscalía y hay imposición de cosas, nos parece totalmente injusto”. Aunque los bebés continúan desaparecidos, la jueza Carina Lurati decidió dictar la libertad de los cuatro imputados en la causa, quienes mantenían prisión domiciliaria.
“Pedíamos que se revoque (la libertad de los imputados) porque hay peligrosidad procesal por ser un delito continuado, que se sigue sucediendo en el tiempo”, explicó la fiscal, quien añadió: “Pedíamos que se dicte la prisión preventiva domiciliaria.
El mal entendido por parte de la doctora (Lurati) es porque rechaza un planteo sobre cárcel efectiva y nunca pedimos eso”, argumentó.

Otro fallo es el de Juan Cruz que fue asesinado en su departamento de Zeballos al 2100 en junio de 2018.
A juan Cruz lo mataron de 26 puñaladas para robarle, y allí la jueza explicó “No es alevosía porque la alevosía es causar la muerte cuando (la víctima) está en absoluto estado de indefensión. El ejemplo es matar cuando (la víctima) está dormida, y en este caso no ocurrió“.
Una vez más la Jueza queda en el medio de cuestionamientos de la sociedad.
La Cámara Penal de Rosario revocó las prohibiciones impuestas a Silvio Barrionuevo, secretario adjunto del Sindicato de Obras Sanitarias, como medida cautelar a personas que son sus opositores gremiales y lo denunciaron por amenazas coactivas. La camarista Carina Lurati canceló las medidas de evitar hostigamiento verbal y físico a cualquiera de los seis denunciantes. Lo que entendió la magistrada es que no hay un temor de las personas denunciadas a seguir con su vida ni plantearon como causal el miedo, por lo que no está quebrado el principio de legalidad.
Las denuncias, según las víctimas fueron por mensajes y llamadas telefónicas, amenazas de muerte, de las familias, los hijos, amenazas con la pérdida de trabajo etc.
Ignacio Carbone abogado de Silvio Barionuevo e hijo del fallecido Camarista Carlos Carbone, que integraba la Cámara con carina Lurati, apeló esta determinación y la jueza Lurati le dio la razón. Consideró que el fiscal Sebastián Narvaja se excedió en sus atribuciones y que no podía avalar las medidas impuestas dado que son acciones de terceros y eventuales.
Las calificó como medidas “de imposible cumplimiento por Barrionuevo, les atribuyó ambigüedad y por eso las revocó.
Pero nuevamente hubo episodios de violencia de integrantes del Sindicato de Obras Sanitarias Rosario, conducido por Silvio Barrionuevo, esto nada tiene de eventual como fundamentó la Dra. Lurati.
Bienvenidos a la jungla:
Hobbes pintaba el estado de naturaleza como una jungla caótica y violenta, en la que los hombres se agredían por competencia, desconfianza o búsqueda de gloria. Sin una autoridad fuerte que amenace con una espada afilada, las personas viviríamos con miedo.
Quien quisiera algo de otro, sólo debería arrebatarlo. Las vidas no valdrían gran cosa. La vida se volvería necesariamente “solitaria, pobre, desagradable, brutal y corta”. Ante esta perspectiva mejor ponernos bajo un poder terrible y desatado que nos cuide de la anarquía.
Los Gobiernos, entonces, se instituyeron para proteger al hombre de los criminales y las Constituciones, por su parte, se escribieron para proteger a los hombres de los Gobiernos.
Si una persona se enfrenta con otra que amenaza su vida, puede acabar con ella “por las mismas razones por las que se puede matar a un lobo o a un león”, dirá Locke. “Ninguno, por cualquier cosa que haya pactado, se puede obligar a no oponerse a quien quiera asesinarlo, herirlo, o causarle cualquier lesión”, sostendrá Hobbes.
Pero parecería que estamos en una jungla ya sin control, y entre quienes defienden el garantismo y quienes son abolicionistas, entre quienes estudian decreto penal con Zaffaroni y quienes lo aplican.
La jueza de Cámara Lurati es ¿garantista o zaffaroniana?
El zaffaronismo no es garantismo sino un abolicionismo ideal que por lo pronto se conforma con un minimalismo punitivo y que lleva a que el Estado desprecie su rol principal de brindar seguridad.
Y si un Estado no da seguridad ¿para qué sirve?.
Puede decirse, acaso con razón, que la seguridad no puede ser la única tarea del Estado.
Según los abolicionistas, el delincuente, al que siempre se ha tenido por el “victimario”, es en realidad una “víctima” de la injusticia social imperante porque las condiciones de pobreza extrema en las que creció desde niño lo han vuelto vulnerable y, en el límite, inimputable.
Por eso, la sociedad, cuando castiga a un delincuente, según los abolicionistas vuelve a colocarlo en una situación de injusticia a la que no hace otra cosa que agravar, por su parte, las pésima condición de nuestras cárceles.
Por estos días la imagen negativa de la Justicia llega a los máximos niveles de desprestigio, y no es para menos.
Con fallos demagógicos acomodados a los tiempos políticos. La gente muchas veces no entiende los contrasentidos que se dan a diario con los fallos judiciales.
Habrá que acomodar también los valores en una sociedad. Hoy hay sectores que comparten el “roban pero hacen”.
Necesitamos y es el reclamo de una justicia eficiente, independiente, y transparente. No se quiere un Poder Judicial que se amordaza o libera en función del clima o del momento político del país, se quiere una justicia independiente e imparcial que controle y juzgue y que resuelva de manera rápida los conflictos de la gente.
