Las prioridades del cuarto gobierno kirchnerista no dejan de sorprender. Por estos días, la Casa Rosada envía un funcionario tras otro a Estados Unidos a pedir dólares en un intento por evitar que una crisis cambiaria le estalle en pleno año electoral. Pero lo particular de estas excursiones es que mientras eso ocurre en Washington, los interlocutores norteamericanos, fanáticos de las carreras de autos Indy Car, son testigos de que el mismo que reclama billetes en una ventanilla los entrega a un corredor argentino para que dé vueltas con su auto negro y verde en los circuitos de la categoría más popular de aquel país.
Las contradicciones en el destino del gasto, por un lado, y de las prioridades a la hora de asignar los escasos dólares que tiene el Banco Central se han convertido en uno de los principales blancos de crítica del último año de la administración de Alberto Fernández.
Mientras se pasa la gorra en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y las empresas argentinas esperan sin solución que les aprueben importaciones necesarias para producir, la Casa Rosada pone casi 100.000 dólares por cada una de las carreras que el piloto Agustín Canapino corre en Estados Unidos.
El cheque para el Indy Car quedó expuesto en la decisión administrativa que se publicó el 2 de mayo del corriente año y que lleva la firma del jefe de Gabinete, Agustín Rossi, y del ministro de Economía, Sergio Massa.
En aquella resolución, además las partidas para el mundo “tuerca”, también se entregó dinero para que el Alberto Fernández tenga, finalmente, su avión presidencial. El nuevo integrante del parte aéreo es un Boeing 757-256, un modelo fabricado en 2000, que se pagó alrededor de 25 millones de dólares. Según el Gobierno, que lo espera en las pistas argentinas por estos días, la aeronave estaba configurada como un avión comercial y en 2009 cambió su interior por equipamiento VIP.
El dinero para el Indy Car y el Moto GP se puede ver en la página 125 de las 312 que tiene el anexo donde se desmenuzan las partidas para las que se destina el nuevo gasto. El camino se inicia a través del Instituto Nacional de Promoción Turística (Improtur), y dentro de esta entidad se financia al programa Promoción del Turismo Receptivo Internacional. Entonces, la cifra: 4888 millones de pesos para las carreras, de motos en San Juan, y de autos en Estados Unidos.
De acuerdo a los datos del Ministerio de Turismo que conduce Matías Lammens, el Improtur aporta como acción de promoción en el Campeonato de Indy Car 2023, Estados Unidos, para el auspicio del equipo de competición Juncos Hollinger, cuyo piloto es el argentino Agustín Canapino.
“El monto de las acciones de promoción es de US$ 93.750 dólares por carrera. Por el momento se ejecutaron cuatro carreras.
