Mucho se habla de las fiestas electrónicas, el consumo de pastillas y la venta de sustancias en estas fiestas.
Hace unos días la Justicia realizó allanamientos e hizo detenciones por Drogas sintéticas quiénes integraban la banda que las vendía en las fiestas electrónicas.
Este año se cumplió el sexto aniversario de la Tragedia de la Time Warp, en Costa Salguero. PAF! se forma como proyecto en 2016, tras los debates que generó la misma, donde murieron cinco personas y decenas debieron ser hospitalizadas, en un festival electrónico con muchísima más gente de la permitida, sin puestos de hidratación y con una importante circulación de drogas de diseño de dudosa procedencia.
La tragedia puso en agenda a las fiestas electrónicas y el consumo de sustancias, las muertes y los heridos como una espina han quedado clavada en la conciencia de una sociedad que aún desconoce, por desinformación o por el solo hecho de no querer reconocer que sus hijos, nietos, sobrinos, amigos poseen acceso al consumo de drogas en escenarios nocturnos, expresan quienes integran el proyecto.
Desde esa fecha, la Asociación Civil “INTERCAMBIOS” ha desarrollado un programa de “Reducción de daños” a través de su ONG: “PAF!” (Proyecto de Atención en Fiestas).
PAF!, que lleva más de cinco años interviniendo en espacios de nocturnidad y juventud para “darle un cachetazo al mal viaje”, donde instalan puestos para entregar información responsable sobre drogas legales e ilegales, agua gratis, frutas, golosinas y un espacio confortable para invitar a relajarse cuando “estás muy pasado”.

Carolina Ahumada, explica que el accionar de PAF!, al ser un programa de reducción de daños, se enmarca en las leyes de Salud Mental y de Abordaje de Consumos Problemáticos, y que por eso pueden trabajar como lo hacen. Sin embargo, reconoce que -por falta de políticas claras desde el Estado- muchas veces están a merced de que las fuerzas de seguridad y los diferentes gobiernos entiendan que la tarea realizada es un aporte para la salud pública.
Por todo esto, anunció PAF como una gran noticia que “Están testeando” y dicen que después de un largo trabajo, formación y articulación con dispositivos de otros países que llevan adelante esta práctica (Energy Control, de España; y Échele Cabeza, de Colombia), la organización realizó su primer testeo en fiestas a fines de 2021.
Nosotros tenemos una visión integral de la reducción de daños de amplio espectro, que no solo se limita a testear sustancias, sino que abarca una mirada más integral, tanto para la persona que usa drogas como para su entorno. Damos folletería, capacitamos voluntarios, nos aseguramos que los eventos a donde vamos tengan el aforo adecuado, puestos de hidratación y que se trate de la mejor manera a las personas que van. Ahora, poder garantizar los testeos es como un cierre de ciclo de lo que empezamos a organizar desde 2016, es la frutillita del postre”
señala Ahumada, que es socióloga y cursó la Maestría en Políticas Públicas de la UBA.

En Argentina el 65% de las causas abiertas son por consumo personal y la mayor parte de ellas termina archivada.
«La gente históricamente se drogaba, en la actualidad se droga y en un futuro se va a seguir drogando. Buscamos que esa gente, si tiene que tomar una decisión respecto a un consumo, lo haga de la mejor manera y con toda la información posible a la disposicion», dice Tomás Pérez Ponisio (coordinador del Proyecto).
Todo el trabajo que realizan desde PAF es legal: cuentan con el apoyo de distintas áreas de Nación, Ciudad e incluso el SEDRONAR. «Hay una dualidad: mientras el Estado banca este tipo de proyectos existe una ley que pena la tenencia e incluso la difusión de información sobre drogas ilegales. Ni el abstencionismo ni el prohibicionismo han funcionado acá ni a nivel mundial: todas las estadísticas demuestan que el consumo se mantiene o aumenta», concluye el coordinador de PAF.
