En Irlanda y Dinamarca proponen que se pague un impuesto por cada vaca que se tiene como medida para combatir el calentamiento global. Debido a las flatulencias que emanan las vacas, en Irlanda y Dinamarca proponen que por cada una que se tenga, se pague un impuesto para combatir el calentamiento global.
Como era previsible, la propuesta generó muchas diferencias y agrupaciones agrícolas ya se están haciendo escuchar y amenazan con trasladarse a América del Sur para evitar este impuesto.
Según indica el informe de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el ganado emite un porcentaje muy superior de gases nocivos como el amoniaco (NH3) o el dióxido de carbono (CO2), del que emiten los coches.
El fiscal danés calcula que estos simpáticos animales emiten a través de sus flatulencias cuatro toneladas de metano al año, en comparación con 2,7 toneladas de dióxido de carbono que genera un automóvil medio.
Mientras que en Rumanía y Bulgaria no hacen problema por el aumento de las emisiones, en Irlanda y Dinamarca enfrentan recortes del 20 por ciento en las emisiones del sector agrícola.
Un portavoz de la Comisión Europea dijo que generar un impuesto por las vacas que se tiene no era su opción preferida. “Preferimos tener soluciones que reduzcan las emisiones por la captura de metano del estiércol animal y los nuevos canales que reducen el metano”.
