Elisa Carrió, acusó en una declaración judicial al precandidato a Gobernador por Santa Fe, Maximiliano Pullaro, de no haber denunciado a un jefe policial que trabajaba bajo sus órdenes y fue condenado por narcotráfico.
Dijo que Pullaro “no podía desconocer la actividad delictiva de sus subalternos”, que “no conociendo tenía la obligación de hacerlo” y que “en todo caso hubo omisión de denuncia”, que es un delito penal.
Los cuestionamientos de Carrió contra Pullaro no son nuevos, pero ahora toman forma de acusación penal. Falta poco más de un mes para las elecciones en las que el exministro de Seguridad enfrentará a Losada -ambos de origen radical- en la interna del frente opositor Unidos para Cambiar Santa Fe. Esta semana, la pelea en esa interna escaló a tal punto que Losada dijo que su rival era “una persona oscura” que financiaba “campañas sucias” en su contra. Le respondieron que actuaba con “desesperación” porque las encuestas la mostraban diez puntos debajo de Pullaro y que estaba favoreciendo al peronismo.
La citó el fiscal federal Walter Rodríguez, que abrió una causa después de escucharla denunciar, en un video subido a sus redes sociales, vínculos del narcotráfico con la política, la Justicia y la policía de la provincia. Fue el video en el que Carrió dijo que no podía participar del “frente de frentes” (que reúne a dirigentes de Pro, la UCR y el Partido Socialista) porque entre sus potenciales aliados había muchas personas vinculadas con el crimen organizado.
Lucila Lehmann, referente de Carrió en Santa Fe en sus redes sociales publicó:
Cuando dijimos con @ElisaCarrio, que el Frente “Unidos” era un rejunte que garantizaba viejas complicidades con el narcotráfico en la Provincia de Santa Fe, nos trataron de exageradas y pidieron que si teníamos pruebas, fuéramos a la Justicia.
El Diario LA NACION se comunicó con el fiscal Rodríguez, que dijo que la causa, que se inició como una investigación preliminar, hoy está en pleno trámite luego de un requerimiento de instrucción hecho por él.
En cuanto a Pullaro, la acusación de Carrió fue por su relación con Alejandro Druetta, exjefe de Drogas de Rosario, condenado a diez años de cárcel por tráfico de estupefacientes, por proveer de drogas a los narcos. La líder de la CC dijo además que había otras personas cuyos nombres no le era posible citar en su declaración “por no tener la prueba directa del hecho” y porque para eso precisaría documentación oficial y extraoficial de las cárceles de Santa Fe.
