A los 82 años, el famoso hincha del seleccionado argentino el rosarino Carlos Pascual Tula, nacido en arroyito, fanático de Rosario Central, arribó a Doha luego de un largo viaje para decir presente una vez más en el evento deportivo más importante del mundo.
“Soy parte de la historia de los Mundiales”, manifiesta el Tula en en cada entrevista que le hacen y al pisar el Aeropuerto Hamad Internacional, comenzó a vivir su experiencia mundialista y lamentó la ausencia de Diego Armando Maradona.
Tiene confianza en la selección Argentina y recalcó el trabajo de Lionel Scaloni al frente del seleccionado y dijo ya logró “unir” al equipo y formarlo como una “familia”. “Eso no tiene precio”, remarcó.

Está pasando por varias experiencias como la pérdida de su celular viajando en un taxi, así que estuvo incomunicado pero secundado de su amigo ruso “Yuri” que lo conoció en el Mundial Rusia 2018.
“No la pasé bien porque tuve problemas. Hace 12 días que iba en un taxi, fui a un lugar porque no tenía donde dormir. Perdí mi celular. ¿Sabés lo que son 13 días sin celular y sin reloj? La pasé muy mal. Incomunicado, pero bueno, después de eso estuve durmiendo en un lado, en otro lado.
El sábado pasado en el partido de la selección la tribuna se vio amargada por la descompensación de el Tula.
Carlos Pascual, se encontraba en uno de los asientos cercanos a la cancha cuando se desplomó en el estadio, un espectador captó momentos desde su teléfono celular y se puede ver como todas las personas que estaban alrededor intentan ayudar a Tula dándole espacio e intentando darle aire con las manos.
También tuvo inconvenientes en su pierna, por eso tiene que estar en sillas de ruedas pero siempre alentando a “la selección”

Hace unos días, Tula también apareció con otro grupo de personas en el banderazo. Sin su amigo ruso. “Lo encontré en la playa, preguntaron quién iba al banderazo, dije yo y me pidieron que lo acompañara”, contó un fanático que en esa noche se transformó en parte del círculo itinerante que respalda a la leyenda por las calles de Doha.

Su fortaleza, sus ganas de seguir viendo a la selección, hacen que esté con el resto de los fanáticos de la albiceleste, y que pidan sacarse fotos con él, acompañarlo al ciudadano del mundo con su bombo.



En los videos exclusivos que tuvo acceso este medio se lo ve disfrutando su estadía en Doha, en su Mundial número 13, desde aquél Mundial 74 con su pasaporte que es nada más ni nada menos que su bombo.
