El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, visitó durante la mañana de este lunes la planta potabilizadora de agua ubicada en Granadero Baigorria, donde se realizan trabajos de ampliación para que este servicio llegue a más ciudadanos del área del Gran Rosario. “Tenemos un 90% de avance de esta obra que es clave para proyectar los próximos tiempos de la región”, apuntó el mandatario.
La ampliación de la planta potabilizadora se enmarca en las obras del Acueducto Gran Rosario, y tiene como objetivo incrementar la capacidad de producción, beneficiando a más de 550.000 habitantes de la región y asegurando la provisión de agua potable hasta el año 2050.

El trabajo permitirá mejorar la calidad de abastecimiento actual en la zona oeste de Rosario y en localidades como Granadero Baigorria, Capitán Bermúdez, San Lorenzo, Funes y Villa Gobernador Gálvez; y extender el servicio de agua potable llegando por primera vez a Fray Luis Beltrán, Ibarlucea, Pérez, Ricardone, Puerto General San Martín y Timbúes.
Omar Perotti, indicó: “Esta inversión es el fundamento para el abastecimiento del acueducto Gran Rosario. Si no hacíamos estas obras, los ciudadanos iban a seguir pidiendo agua, porque no hay posibilidad de extender redes en los barrios de Rosario sino no tenemos más capacidad de procesamiento. Esto es una inversión que supera los 4.000 millones de pesos y se sigue avanzando porque es clave”.
Y agregó: “Es una deuda fuerte llegar al 2023 sin agua potable en muchos lugares, teniendo el río que baña nuestras costas con agua dulce. Hay que invertir fuertemente en lo que son las plantas potabilizadoras y llevar con acueductos a la zona oeste de la provincia, toda una franja que tiene un componente de sales importantes, particularmente de arsénico, no apta para el consumo humano y muy dañina para la salud”.
Indicó que el monto estimado en el presupuesto era de 1.990 millones de pesos, y con el 90% de ejecución llevan invertidos más de 4.000 millones. La devaluación incidió en los precios y presentó dificultades para realizar las obras al ritmo que nos gustaría, pero la idea es que no se detengan. Mantenemos un ritmo distinto por el aumento de precios y la caída de recaudación, la sequía ha impactado duramente en los ingresos, y tratamos de administrar de la mejor manera para no detener las obras”.
Si bien Perotti expresó su deseo de que la obra esté terminada “antes de que termine la gestión”, adelantó de que el 10% que falta depende en gran medida de equipamiento importado, pero la compra de los mismos está demorada por las restricciones.
