El coronavirus comenzó en el año 2020 y hasta el día de hoy continúa evolucionando y mutando de variantes, algunas más leves y otras más peligrosas. En este caso se trata de una variante que viene de Ómicron y por el momento se encuentra en España.
El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades, conocida por sus siglas en inglés como ECDC, catalogó una nueva variante en el mes de octubre que genera interés y preocupación en la comunidad médica, se trata de las variantes BQ.1 y BQ.1.1. Este organismo prevé que para mediados de noviembre y principios de diciembre más de la mitad de los casos sean de esta variante.
De acuerdo con el organismo europeo, se espera que entre mediados de noviembre y principios de diciembre de 2022, más de la mitad de infecciones se deban a estas variantes.
El nombre que se le asignó a esta nueva variante proviene de la mitología griega y fue creado por los alemanes en las redes sociales. “Perro del infierno” es la nueva denominación que hace referencia al Cancerbero, el perro del dios Hades, que tenía tres cabezas y protegía las puertas del infierno.
La tarea de este perro era que los muertos no pudieran escapar del Inframundo y que los vivo no pudieran entrar, es por eso que en las redes eligieron este nombre, haciendo una referencia a que no va a ser posible evitar el contagio de BQ.1.1.
Las características que la distingue de todas las otras que ya existen es su capacidad de transmisión, es de mayor transmisibilidad, algunos creen que se trata de un 10% o de un 30% más. También tiene una gran capacidad de contagio, haciéndola muy peligrosa.
Los síntomas son los habituales: tos, dolor de cabeza, fatiga, diarrea, congestión nasal, fiebre, malestar muscular, pérdida de olfato y gusto. Lo que tiene esta de destino que que genera la pérdida del apetito, afonía y taquicardias.
