Según un estudio publicado por Nature Climate Change, y que ha sido liderado por un equipo internacional de la Universidad de Cardiff, el cambio climático puede estar afectando, a través del calentamiento global, en las reservas de agua subterránea más esenciales. Algo que puede producir un efecto de ‘bomba de relojería’ de cara al futuro.
El agua subterránea se encuentra bajo tierra a través de grietas y poros del suelo, la arena y las rocas. Supone la mayor fuente de agua dulce que se utiliza en el mundo. Más de dos mil millones de personas la usan como fuente de agua potable y de riego. Estas reservas de agua se reponen esencialmente a través de un proceso denominado como ‘recarga’ y procede de la lluvia.
Además, el agua subterránea descarga en fuentes naturales como lagos, arroyos u océanos, manteniendo un equilibrio. Por tanto, si el cambio climático reduce las lluvias, está disminuyendo a su vez dicha recarga y produciendo un desequilibrio en el ecosistema natural.
Cuando hablamos de acuíferos se hace referencia a aquellas formaciones geológicas con características de permeabilidad aptas para la circulación de agua subterránea.
Este movimiento a través de los poros y de las fisuras naturales es muy lento -centímetros por día-. Los acuíferos pueden considerarse como embalses naturales cuya capacidad de almacenamiento puede satisfacer, mediante perforaciones o pozos, las demandas de la población, por sí solos o en combinación con el agua superficial.
En la Argentina existen acuíferos intrafronteras y transfronterizos; el Puelches y el Guaraní, respectivamente, son ejemplos destacados.
“El acuífero Guaraní es un sistema que trasciende fronteras y es muy atractivo por el desafío que implica conocer su complejidad. Además, lo hace aún más llamativo el hecho de que tiene aguas con edades muy antiguas, datadas mediante técnicas isotópicas en más de 40.000 mil años, es decir, cuando las aguas comenzaban a infiltrarse en la región pampeana existían los gliptodontes”, explica Jorge Santa Cruz, doctor en Ciencias Naturales con orientación en Geología de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
El Sistema Acuífero Guaraní es uno de los reservorios de agua subterránea más grandes del mundo; ocupa en el subsuelo un área de alrededor de 1.190.000 kilómetros cuadrados (superficie mayor que las de España, Francia y Portugal juntas), por lo que también se lo denominó el Acuífero Gigante del Mercosur.
A este sistema ingresan anualmente alrededor de 105 kilómetros cúbicos de agua; algo más que el caudal que transporta anualmente el río Uruguay, y el equivalente a unas 40 mil piletas olímpicas de dos metros de profundidad.
Asimismo, el agua total acumulada en este embalse natural equivale a una cisterna de unos 25 a 30 mil kilómetros cúbicos, que alcanzarían para llenar cerca de 10 millones de piletas olímpicas.
Bajo el actual escenario de cambio climático, se calcula que cerca de la mitad de la población vivirá en áreas afectadas por un alto grado de estrés por déficit hídrico para 2030.
Sistema Acuífero Guaraní
Tipo de acuífero: transfronterizo
Extensión: aproximadamente, 1.200.000 km² en el sudeste de América del Sur
Ubicación geográfica: debajo de cuatro países: Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay
Población en el área: aproximadamente 23 millones de habitantes (más del 50% se abastecen del mismo).
Acuífero Puelches
Tipo de acuífero: intrafrontera
Extensión: aproximadamente de 70 mil km²
Ubicación geográfica: principalmente Santa Fe y Buenos Aires
Población en el área: unos 10.000.000 habitantes
Estudio
Mark Cuthbert, de la Escuela de Ciencias de la Tierra y los Océanos y el Instituto de Investigación del Agua de la Universidad de Cardiff y principal investigador del estudio, ha expresado que, a partir de los datos obtenidos, el agua subterránea tarda más que la superficial en reponerse al cambio climático. Por eso supone un largo y nefasto legado. Ha denominado a la situación como una ‘bomba de relojería’ ambiental de cara al futuro que, por ahora, estaba pasando muy inadvertida. Una situación que vuelve a mostrar la problemática del cambio climático con respecto a su efecto en el agua y la sequía. En este caso, subterráneas.
