Argentina y su pasión por el fútbol que une a todos y todas, sin distinción política, barriendo todas las grietas que puede tener.
¡Cuánto se necesita el clima de fiesta! cuánta alegría, en medio de tanta desilusión, por la política, por tener la sensación constante de no poder avanzar, que el salario no alcance, de vivir para pagar, de la inseguridad, cuánto se necesita salir a festejar.
El obelisco que reúne miles y miles de almas y no para protestar, se corta la 9 de Julio por la ilusión de un pueblo, de haber llegado a estar en la mira del Mundo y ser los finalistas de algo.
Hoy el mundo mira a Argentina, porque tenemos al mejor jugador del mundo, a nuestro Lionel Messi, porque somos el país de Diego Armando Maradona, porque miran a cada uno de los jugadores, aquellos pibes que se prepararon toda su vida y todos los días para llegar a este lugar.
Aquellos niños que arrancaron a los 5 o 6 años y hoy están abrazados por su Argentina, amados por su pueblo, un pueblo que dice ¡gracias! que agradece poder salir a las calles a sentirse campeones!!!.
La gente se abraza, agradece, brinda, en la Rosario natal de Messi, rodeando al Monumento Nacional a la Bandera, en el lugar natal de “Dibu” Martínez, el arquero de la Selección en Mar del Plata, en el pueblo de Scaloni, Pujato , provincia de Santa Fe.
¡Muchachos ahora sí nos volvimos a ilusionar!
