Hace unas semanas la ciudad de Rosario apareció empapelada con una campaña muy marketinera , haciendo honor a su apellido, con frases que pegaron en la opinión pública, que alertó a la plana mayor del socialismo, pero captó la atención nada más ni nada menos que del ex Ministro de Seguridad de su padre, Maximiliano Pullaro.
Con portación de apellido, sin exposición pública, sin cargos políticos, con muy poca o nula militancia salió a la cancha “Fede” como le dicen sus amigos, cuentan los allegados al precandidato a gobernador, “Maxi” Pullaro, lo sondeó y nada de despreciable fueron los números que como piso pueden sumar, Federico Lifschitz, escucho, se sentó y como el partido de la rosa, tal “antón pirulero”, el hijo del ex gobernador hizo su juego, y selló el acuerdo que más le conviene, caminar las calles rosarinas al lado de Pullaro, ya que hasta el momento la viuda de su padre, no ha definido ser candidata y la periodista y actual concejala Susana Rueda, encabezaría la lista de concejales del socialismo puro.
Federico Lifschitz, habló de su decisión de participar, habló en los medios de un recorrido barrial, y militancia desde sus 17 años, aunque no lo conozca la ciudadanía, el slogan “basta de hablar boludeces” dijo Lifschitz, es lo que se piensa y que gran parte de los legisladores discuten “boludeces” como el tema de “L-Gante”.

