Una nueva balacera contra el sector gastronómico sin heridos, pero que causó pánico a las personas que se encontraban por la zona, aseguraron en declaraciones a los medios y a los efectivos de seguridad que vieron que los disparos provinieron de “un auto blanco y una moto”.
En una esquina muy transitada, también hay una parrilla donde había gente comiendo, que además cuenta despacho de rotisería, donde vecinos realizaban sus pedidos.
Se encontraron al menos nueve vainas servidas en el lugar, algunas en el piso y otras en los vidrios del local. El dueño del bar, que arribó apenas unos minutos después, aseguró que es la primera vez que le pasa algo así.
“Hace 23 años que tengo el bar, abre de 9 de la mañana a siete y media de la tarde. Tenemos mesas afuera también. No tengo problemas con nadie, hay tantas amenazas en Rosario que uno no sabe de dónde viene”, precisó.
