Desde aquel asado en abril del año pasado, aquel que debía ser imperiosamente ocultado y que logró que antiguos rivales electorales compartieran lo que podía ser la última cena.
Hasta las elecciones en que el socialismo se encontró que a Intendente de Rosario y a Gobernador de Santa Fe con duras derrotas, primero en la interna de la ciudad por parte de Javkin sobre Irizar y luego en la general en la provincia con la derrota de Bonfatti en manos de Perotti.
Sin embargo, la buena elección de Lifschitz en diputados imaginaba una posibilidad electoral en el futuro y el crecimiento del lifschitzmo por sobre el binnerismo en las puertas internas del PS. Pero tras la muerte de ambos referentes indiscutidos del partido, el socialismo se quedó sin hombres de peso y algunos límites que estuvieron perfectamente enmarcados, comenzaron a doblarse de a poco y en algunos casos a romperse.
El primero que hizo el gran paso fue Maximiliano Pullaro, quien no dudó en “volver a las fuentes” y dejar el Frente Progresista para alinearse con UCR que como a nivel nacional juega dentro de Juntos por el Cambio, para participar de las elecciones en 2021 cuando perdió en forma ajustada con Carolina Losada, finalmente electa por dicho espacio para la Senaduría Nacional.
Desde allí, como un canto de sirenas, el ex ministro de Seguridad de Lifschitz les canta a sus ex compañeros del Frente Progresista las loas para traerlos hacia el nuevo espacio, al cual quizás le podrían cambiar toda la nomenclatura vinculada “al cambio” para que “no se asusten” y puedan sumarse a un frente amplio provincial para disputarle el control de la provincia al peronismo.
Para Binner y Lifschitz el límite claro de cualquier alianza, fue siempre el macrismo. Para quienes siguen el camino también… pero el debilitamiento que han tenido en estos últimos años tras la partida de sus máximos referentes avisoran que finalmente ese límite se desdibuje un poco.
Durante años el Frente Progresista “liberó a sus votantes” a nivel nacional ya que el Partido Socialista con el Frente existía solo en Santa Fe, dejando incluso en una posición muy incómoda al radicalismo que tenía un lío bárbaro a la hora de pensar en que canasta meter sus huevos.
Pero ya Clara y Mónica junto a PRO, ¿Una remake de Thelma & Louise? desde abril vienen haciendo el viaje hacia lo que en las entrañas del Partido se sabe y es cruzar el charco y pasar el umbral, aquel que Miguel Y Hermes no hicieron pero que Antonio, Clara y Mónica, tendrán que hacer ya que es crónica de una muerte anunciada que sin esos líderes el partido va en caída libre.
Bonfatti ya allana el camino con una foto cuasi de campaña junto a Pullaro días atrás y lo sabe Clara García quien pareciera preparar el terreno en sus redes sociales o en las visitas cada vez más frecuentes al canal de televisión La Nación +.