En un hecho casi sin antecedentes, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, fue agredido este mediodía en un piquete que realizaban compañeros del colectivero asesinado esta madrugada. El ataque, que incluyó golpes de puño, patadas y piedrazos, se registró en la intersección de General Paz y Ruta 3, minutos después de que el funcionario llegara al lugar.
Berni terminó con heridas importantes en su rostro e incluso hubo momentos en los que parecía que podía perder el equilibrio como consecuencia de la golpiza. Estaba acompañado por el jefe de su custodia, que no pudo hacer mucho para defenderlo.

Personal de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires realizó un cordón contra un paredón para proteger al ministro bonaerense.
Una vez contra la pared, la agresión solo era contenida por un par de efectivos de la Policía de la Ciudad -que se veían desbordados-, los medios de prensa y algunos choferes que intentaban mediar para que la agresión se detuviera. “¡Un ciudadano te está salvando! ¡Pero me mentiste. Ya tuvimos una reunión cuando mataron a otro compañero y me mentiste!”, le reclamaba uno de los trabajadores más calmos en medio de tanta tensión.

Fueron largos minutos donde Berni estuvo expuesto al ataque de los trabajadores. Con sus manos limpiaba los rastros de sangre que le quedaban en la cara. “Si estoy acá es porque me interesa”, repetía el ministro mientras del puente de la avenida caían cosas contra el cuerpo del funcionario. “Calmalos un poquito”, le pedía a uno de los colectiveros.

Pese a que Berni intentaba mostrarse con calma y decía que quería hablar, recibía todo tipo de insultos de parte de los colectiveros, que le gritaban en la cara que es un “mentiroso” y le arrojaban con lo que tenían a mano. “No soy un mentiroso”, les respondía el ministro al tiempo que intentaba rastrear uno de los calzados que perdió en medio de la gresca.

Cuando por fin uniformados de la Policía de la Ciudad lograron rodear a Berni, y parecía que la situación podía contenerse, de todas maneras continuaba la agresión contra el ministro de Seguridad bonaerense. Finalmente, los efectivos lograron poner a resguardo al funcionario y se lo llevaron en un auto con tal rapidez que apenas alcanzaron a cerrar la puerta.
El ministro fue traslado al Hospital Churruca para ser atendido.
