
Luego de la renuncia de Martín Guzmán, Sergio Massa transmitió a periodistas y dirigentes que lo consultaron sobre los diversos rumores que sigue en su lugar como presidente de la Cámara de Diputados.
Entre sus allegados molestó que la portavoz del gobierno, haya descartado el nombre del tigrense entre los posibles reemplazantes tanto del ministro de Economía Martín Guzmán como en el lugar de jefe de Gabinete que ocupa hoy el tucumano Juan Manzur.
El enojo fue más por los trascendidos sobre una supuesta “derrota” que por haberse quedado fuera del gabinete. Cerca de Massa no todos creen que tenga que pasar del Congreso al Poder Ejecutivo.
“Es tarde”, repiten en el Frente Renovador donde hace rato creen que el Gobierno perdió la oportunidad de reencauzar la gestión y que el problema no es de nombres ni funcionarios sino de la política.
Para desmentir algunos rumores el equipo de Massa difundió de inmediato una foto del encuentro que mantuvo en su despacho con la flamante ministra Silvina Batakis.
Massa fue el único que no elogió su designación. Que la recibiera fue leído como un fuerte gesto hacia la interna sobre todo si se tienen en cuenta sus diferencias con el ministro Daniel Scioli que la tuvo como ministra de Economía cuatro años en Buenos Aires. En Casa Rosada también se vieron obligados a ratificar que la eligió el Presidente y que no la impuso Cristina Kirchner.

“Según las versiones que tengo, terminó muy mal la cita de Massa con el presidente. Hubo un encontronazo, no con Alberto Fernández, más allá de que la discusión fue con él, hubo un tercero que trató de intervenir y al parecer hubo un reproche de que Massa estaba demasiado cerca de Cristina, lo que en alguna medida lo ofendió a Massa y eso lo puso incómodo, en un acto de rebeldía no moderada con Gustavo Beliz. Hablan de que hubo hasta un sopapo. A partir de ese momento, Massa se fue y dijo “no cuenten más conmigo”. Sostuvo en el diálogo con Modo Fontevecchia (Radio Perfil FM 101.9 o Net TV), el periodista Roberto García.
Qué casilleros tiene Massa:
Además de la Cámara de Diputados, Massa tiene a Alexis Guerrera en el ministerio de Transporte, a su esposa, Malena Galmarini, al frente de AYSA, a varios funcionarios en otros espacios estratégicos como Cresto en el ENOHSA y ahora a Guillermo Michel como titular de la Aduana.
Una compensación del Presidente por la sorpresa de Scioli. No es una estructura extraordinaria, pero sí suficiente para que en el massismo no prevalezca todavía la idea de abandonar precipitadamente el barco y pegar el mazazo.
