“Hay gente que no es vegetariana ni vegana, pero compra mi comida porque le gusta el sabor; y dice que además le cae mejor que comer carne”, cuenta orgulloso Hernán Ruiz, cocinero, emprendedor y vegano desde su adolescencia “cuando recién abrían los primeros cibercafés, donde comencé a buscar información sobre el veganismo y todo ese mundo nuevo que se abría ante mí”, recuerda.

“Todo lo que hago es artesanal, el pan y el lomito, que a la gente le gusta mucho y es lo que más sale”, asegura el hombre que también da cursos de cocina y no tiene problemas en contar cómo lo prepara: la base del alimento es el gluten y alguna harina (puede ser de lentejas o garbanzos) y el secreto es cocinarlo en un buen caldo. “Tiene que estar bien condimentado”, sugiere y dice que comparte todas sus recetas en las redes sociales.
Además de vivir el sueño de todo emprendedor, en él se suma la satisfacción de haber logrado en los últimos años algunas de las personas de su entorno, sobre todo en el campo laboral, dejaran de comer animales gracias a su influencia.
En su casa, Hernán debió aprender a cocinar su comida. “Mi vieja no estuvo en contra, pero me avisó que no iba a prepararme nada diferente así que como mi abuela me había enseñado, preparaba cosas. Lo primero que comí era muy básico, pero empecé a indagar en la comida. Hacía muchos guisos con seitán. El primero lo hice a los 16 años, con las recetas de mis amigos que son Hare Krishna, lo probaron y les encantó. Después me pidió que cocinara yo para todos, y lo hacía varias veces en la semana”.

