El legislador tucumano Ricardo Bussi, hijo del genocida Antonio Domingo, fue acusado de abuso sexual por una joven que trabajaba en su entorno, en el partido Fuerza Republicana que él preside.
Según consta en la denuncia, Bussi encerró a la víctima en su oficina de la legislatura, la “obligó a realizarle sexo oral” en el despacho y luego la dejó salir.
Al día siguiente de ocurridos los hechos, comenzaron las amenazas de dirigentes del partido del hijo del represor en contra de la mujer que trabajó con Bussi durante 2019.
El Poder Judicial de Tucumán, Centro Judicial Capital, a través del Juzgado de Instrucción Conclusional I, por medio de las actuaciones N°: 35376/2020 H101535918826, sobre la causa “A.M.J. s/ SU DENUNCIA – INTEGRIDAD SEXUAL. F.H.: – 06/06/2020 – Exte: 35376/2020.- Dep. Policial: DIVISION DELITOS CONTRA LA PERSONA”, resolvió “no hacer lugar al pedido de archivo de la presente causa, formulado por el letrado Juan Colombres Garmendia, en representación del denunciado Ricardo A. Bussi (artículos 75, inciso 12, de la Constitución de la Nación Argentina; y 87/88 del Código Procesal Constitucional de Tucumán)”.
Y SOLICITAR a la Honorable Legislatura de Tucumán, por intermedio de su Presidente, que disponga el DESAFUERO del legislador Ricardo Argentino Bussi, DNI Nº 17.000.527, nacido el 24 de abril de 1964, de profesión abogado, con domicilio conocido en Barrio Cerrado Reserva Privada de los Cerros, Yerba Buena, en virtud de las consideraciones de hecho y de derecho expuestas en la presente sentencia.
Acompáñese, a fin de posibilitar el cotejo de las actuaciones, el correspondiente link de acceso al expediente Nº 35376/2020, así como a la totalidad de las incidencias tramitadas en relación al mismo, con excepción del Incidente Nº35376/2020-J8, por estar referido a la consigna policial y la incorporación al Régimen de Protección de Testigos de la denunciante en autos.
El accionar de Bussi “fue obligar al encubrimiento de un hecho de corrupción, además de amenazas previas y posteriores al abuso”, sentenció.
La víctima confiesa que se tuvo que ir de la provincia, un comisario la amenazó de muerte y tuvo que pedir ayuda internacional.
Lupe también fue atacada por la prensa tucumana, entraron a su casa y dispararon. Tuvo que viajar a Buenos Aires para visibilizar su caso.
